Desde mi experiencia personal, el revisor usualmente se concentra más cuando lee el abstract y la introducción. A partir de la lectura de estas partes, se genera un primer juicio sobre la novedad y contribución del trabajo.
El abstract debe esbozar las motivaciones, contribuciones y resultado del trabajo, de manera concreta, clara y persuasiva. La introducción debe presentar de manea breve el producto. En general, una visión en conjunto bien escrita es muy útil para sustentar el documento. La motivación presentada debe bosquejar la conexión entre el trabajo propuesto y publicaciones previas de manera clara. Las contribuciones deben tener una sólida evidencia soportada desde los resultados del trabajo. Tenga en mente que a los científicos no le gustan las exageraciones.
La sección de metodología es una pieza clave en el manuscrito y con frecuencia requiere la revisión de los aspectos técnicos de la propuesta de manera correcta. Así que trate de eliminar cualquier error técnico o de presentación. La sección de resultados usualmente contiene gran cantidad de análisis y discusión. Una presentación bien organizada debe ser útil para que el lector evalúe el impacto de su trabajo. Es más, asegúrese de que no existen incoherencias entre los resultados y las conclusiones.
La última sugerencia está relacionada con el lenguaje. Actualmente, la mayor cantidad de publicaciones clave están en inglés y un creciente número de investigadores no provienen de países cuyo idioma sea el inglés. Así que no dude en invertir tiempo y esfuerzo para pulir el lenguaje. Si hay varios autores, lo mejor es que todos hagan una corrección minuciosa del manuscrito. También es buena idea contratar un servicio editorial profesional, sin embargo la última lectura debe ser hecha por usted para evitar algún cambio que pueda distorsionar su intención inicial.
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